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Historia de la Peña El Mortero

HISTORIA
La Peña Mixta Canguesa de la Pólvora El Mortero, se constituye el 28 de septiembre de 2003, en Cangas del Narcea (Asturias), con la intención de dinamizar las Fiestas del Carmen, fruto de la unión de jóvenes cangueses y canguesas.

En un principio, El Mortero estaría formado por un grupo de amigos y amigas del barrio del Fuejo, sin embargo, el proceso constituyente sufrió un amplio impulso en el momento que nos propusieron fusionar dos proyectos constitutivos, este segundo bajo el nombre del Cachimbo que aunque nos pareció un nombre interesante, el motivo cangués y de la pólvora del mortero se confirmó como nombre de nuestra peña. Hoy día, incluso, y fruto de las risas, el sector crítico se autodenomina Mortero sector Cachimbo.
Después de muchos problemas solucionados, y tras largas horas de dedicación, El Mortero entra en la Federación de Peñas, de donde surge el color de su polo votado en una reunión de la misma.
Nuestra sede está emplazada en el patio exterior del C.P. de Enseñanza Infantil del Fuejo, donde nos reunimos para cenar los días 14, 15, 16 y 21, amenizando la noche con una minicadena y un ambiente festivo envidiable, sin duda nutrido por la presencia más o menos prolongada de miembros de las peñas colindantes La Folixa y La Gandaya.

En la actualidad somos más de 30 los socios del Mortero. Nuestro objetivo para este año era alcanzar el umbral de los 30. Y lo logramos. Este impulso de nuevos socios nos sirvió para participar en la tirada conjunta de la noche del 21, junto con las Peñas La Gandaya, El Palenque y La Candelina. Una conjunta que atronó y deslumbró a todos los presentes.Ese mismo dia varios componentes de la peña tiraron sus primeros voladores a mano.

En el año 2005, los primeros Morteros participan en la Descarga como apurridores de la Peña El Refuerzo.
El 22 de julio de 2005, La Peña El Mortero obtiene el premio de la Mejor Pegatina de las Fiestas, que otorga la Peña El Barrico. Un galardón que nos honra recibir y que servirá para avanzar en nuestro trabajo.

Sin duda alguna, el proyecto juvenil de una peña fuerte y consolidada no se logra de un día para otro. Nuestro empeño ha de concentrarse en la conquista continua de bases, sin pasos en falso. Debemos, poco a poco, ir creciendo.

El sueño cada día está más cerca. Ánimo y mucho trabajo.

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